La adicción al juego se considera un trastorno del control de los impulsos que puede tratarse.
La mayoría de las personas mantienen el juego bajo control y no corren peligro de volverse adictos al juego. Varios estudios han demostrado que sólo entre el 5 y el 10% de los visitantes frecuentes de los casinos son adictos al juego.
Es en el momento en el que la vida privada de un jugador se resiente debido a la obsesión por el juego. Significa que está dispuesto a arriesgar algo que valora con la esperanza de conseguir algo de mayor valor.
Existen numerosas pruebas sencillas que pueden ayudar a identificar la ludopatía mediante la evaluación de los síntomas del comportamiento compulsivo.
Los signos que indican un trastorno incluyen la incapacidad de la persona para dejar de jugar, pedir dinero prestado para jugar y considerar el juego como una forma de obtener dinero.
También incluye cambios en el carácter del jugador, mentir y guardar secretos, arrepentirse del juego, avergonzarse de ello, así como arriesgar el empleo, la familia, las relaciones importantes, etc., por jugar
Síntomas del juego compulsivo o ludopatía
- Preocupación por el juego, por ejemplo, planificar constantemente cómo conseguir más dinero para apostar
- Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores de dinero para obtener la misma emoción
- Intentar controlar, reducir o dejar de jugar
- Apostar para escapar de problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad o depresión
- Intentar recuperar el dinero ya perdido, apostando más para compensar las pérdidas
- Mentir a familiares u otras personas para ocultar el alcance del juego
- Poner en peligro o perder relaciones importantes, empleo, estudios u oportunidades laborales debido al juego
- Recurrir al robo o al fraude para conseguir dinero
- Pedir a otros que le saquen de los problemas económicos
Si crees que alguno de estos síntomas podría darse en tu caso, es recomendable buscar ayuda profesional, ya que es difícil que las personas superen este tipo de conducta compulsiva por sí solas. El apoyo de familiares y amigos también es vital porque los jugadores compulsivos generalmente no pueden buscar ayuda profesional.